Estadio Rommel Fernández:
Aún recuerdo como si fuera ayer la primera vez que pise tu
engarmado, el cual cuando era un niño me decía a mí mismo “algún día jugaré en
esa cancha y anotare muchos goles con la camiseta de Panamá”, eran los sueños
de un niño, un niño que se inspiraba en sus ídolos futbolísticos para emular lo
que ellos hacían: representar a Panamá.
Hoy, 17 años después, el tiempo, aquel enemigo que nunca
perdona, hace que tengamos que tomar caminos distintos. Hoy vestiré la “7” de
Panamá por última vez sobre tu césped, y si me preguntaran como me siento
sinceramente no sabría que responder. Mantengo y hoy más que nunca la ilusión
como si fuese la primera vez que jugaré un partido en tu cancha, pero me
embarga la tristeza de saber que hoy será la última vez, aunque te puedo
asegurar que disfrutaré este día como ningún otro y más teniendo el honor de
hacerlo junto a mis hermanos, con quienes siempre es un placer y honor hacer lo
que nos gusta: jugar fútbol.
Son muchos los goles que he celebrado aquí junto a mi
familia, amigos y pueblo panameño, hemos vivido momentos de profunda tristeza
así como de mucha alegría, pero me dejas dos de los más lindos recuerdos que
llevaré por siempre en mi corazón: Aquel gol contra Canadá y el poder vivir el
día que clasificamos por primera vez a un Mundial de fútbol. Estos momentos
inolvidables que pude desde tu engramado dedicar a mi viejo, mi mejor amigo,
quien no está aquí conmigo pero que desde el cielo me observa y acompaña en
todo momento y tengo la certeza que hoy no será la excepción.
Te seguiré visitando, para jugar vistiendo otros colores, o para vivir este hermoso deporte desde las gradas, viendo otros jugadores vestir la camiseta roja, gritar sus goles y verlos escribir nuevas historias, historias que en su momento permitiste que pudiera escribir y por las cuales te estaré eternamente agradecido.
Gracias por tanto y nos vemos esta noche!